Hoy recibimos al niño Jesús en nuestros hogares, ese niño que nace en nuestro interior y que motiva en nuestros corazones los sentimientos más nobles y la esperanza por un mañana mejor. Ahora que nuestra Isla se levanta de los golpes recibidos de dos huracanes, reflexionemos que nuestra vida tiene sentido cuando nos unimos en la experiencia del amor compartido. Unamos pues nuestras corazones para continuar ayudando con generosidad y esperanza a los que aún lo necesitan.  

El Colegio de CPA de Puerto Rico, le desea a todos los colegiados que Dios ilumine sus hogares y los llene de amor y bienestar en esta Navidad y siempre.